Cómo leer los evangelios

Un consejo de Ludolfo de Sajonia (c. 1300-1378)

 

La resurrección de Lázaro, Duccio di Buoninsegna, 1310

¿Quisieras sacar más provecho a tus lecturas de los cuatro evangelios?

Ludolfo de Sajonia nos sugiere una lectura imaginativa de las Escrituras:

«Si quisieras extraer fruto de estos misterios, debes disponerte a ti mismo estando presente a lo que nuestro Señor Jesucristo ha dicho y hecho con todo el poder afectivo de tu mente, con cuidado amoroso, con deleite detenido, así dejando de lado toda preocupación y ansiedad. Oye y ve estas cosas siendo narradas, como si estuvieras oyendo con tus propios oídos y viendo con tus propios ojos, porque estas cosas son tan dulces para aquel quien las piensa con deseo, y aún más a aquel quien las saborea. Y aunque muchas de estas cosas son narradas como acontecimientos pasados, tú debes meditar en ellas como si estuvieran pasando en el momento presente, porque de esta manera ciertamente saborearás su gran dulzura. Lee, entonces, de lo que se ha hecho como si estuvieran pasando ahora. Fija ante tus ojos estos acontecimientos pasados como si fueran del presente. Entonces podrás sentir cuán llenos están de sabiduría y deleite.»

 

Fuente: Alister E. McGrath. (2001). The Christian Theology Reader. 2da ed. Blackwell Publishing, pp. 90-91.

Siguiente
Siguiente

El camino de la cruz